Movimiento Zapatista, aportes al Feminismo


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Lunes 13 de Noviembre 2017

¿De qué manera influyen en el movimiento feminista latinoamericano las actividades llevadas a cabo por las mujeres zapatistas?

Para iniciar este ensayo, voy a desintegrar la pregunta-problema con el fin de realizar un análisis del que salga una posible respuesta. Centrándome en primer lugar en las condiciones que atraviesa el movimiento latinoamericano de mujeres en el sentido económico, político y cultural, haciendo eje en el rol del Estado. En un segundo plano me centraré en las luchas llevadas adelante por las mujeres de la comunidad zapatista y de este modo resaltar la importancia de dicho movimiento para nuestro continente.

Integración social y empoderamiento latinoamericano 
Basándome en un artículo de la investigadora feminista, Fuentes Marta, publicado en la revista ”Nueva Sociedad”, en Marzo-Abril de 1992, pude identificar los distintos puntos centrales que configuran el papel de la mujer en el sistema capitalista en el que vivimos. A continuación intentaré detallarlos brevemente.  
América Latina (exceptuando a Cuba) está regida por un sistema capitalista y desde la década del ‘70 aproximadamente regido por políticas neoliberales, dichas ideas son impulsadas por los países desarrollados (Estados Unidos principalmente) para que nuestros países puedan “superar su condición de subdesarrollados”. Por supuesto que ésto nunca produjo un proceso positivo, más bien, podemos notar como en varios países latinoamericanos las etapas de “desarrollo” son pequeñas y luego concluyen en una gran crisis social. Un claro ejemplo de esto es el periodo argentino conocido como “el estallido” luego de la presidencia del Dr. Carlos Saúl Menem.
Ahora bien, en el contexto social, dichas políticas provocan marcadas desigualdades sociales. Entre éstas desigualdades, mujeres y niños son los sujetos a quienes van destinadas las intervenciones sociales, las cuales tratan de dar una respuesta temporal a los problemas vividos en las distintas sociedades. Teniendo en cuenta que el Estado es el único garante de los derechos sociales y humanos podemos asegurar que “(...) el Estado es visible cuando logra intervenir sobre la vida cotidiana de la gente, o sea, sobre sus condiciones materiales de existencia, y es en ese momento en particular que advierten su presencia”. [Marmet, Waissmann; pag. 2]
Sin embargo, en cuanto los ciudadanos comienzan a movilizarse por las desfavorables condiciones en las que viven o en general, por la ampliación de derechos, se puede pensar que el Estado está “ausente” (hasta cierto punto).
Entonces, teniendo en cuenta que vivimos en un sistema capitalista, colonizador y patriarcal, encontramos en él varios puntos que hacen referencia concreta a la lucha que durante muchos años el feminismo llevó adelante. A continuación, pondré el eje en el rol que ocupa la mujer en nuestras sociedades.
Cada vez se acrecenta más la cantidad de mujeres que son la base económica de sus familias. Sin embargo, siguen siendo las peores remuneradas a causa de la de división sexual del trabajo. Desde el momento en que no se les permite realizar ciertos trabajos, hasta cuando no se le paga lo que le corresponde por la tarea que desempeña, estamos en presencia de políticas patriarcales de dominación. Este problema es fundamental para entender que la cuestión social-económica que atraviesa nuestro continente necesita atacar al sistema capitalista desde su “raíz”, ya que de otro modo, esta lucha perteneciente a la “Cuarta Ola” del feminismo, no se podrá superar.
¿Por qué no se puede pensar en la erradicación del patriarcado sin antes haber destruido al sistema capitalista? Porque dentro de las estrategias de intervención desde la perspectiva neoliberal “los pobres deben hacerse cargo de su situación de pobreza”, “las mujeres deben hacerse cargo de sus hijos y su familia”, “el hombre debe ser el jefe del hogar” cuando en realidad, sabemos que esto no es así, no se da de esta forma en la mayoría de los casos. 
Entonces, el feminismo entendido desde el punto de vista latinoamericano, teniendo en cuenta sus continuidades y rupturas con relación al sistema capitalista, colonizador y patriarcal y sus políticas neoliberales, es un campo de lucha en donde cada logro es motivo de celebración por mínimo que sea. 
Las hermanas Zapatistas, han demostrado la fortaleza de su ser y de su movimiento mediante las innumerables luchas que atraviesan cada día. Fueron ganando terreno por su fortaleza en actividades que antes eran solo de los hombres, supieron construir instituciones, supieron levantarse en armas para defender su pueblo, su etnia, a sus ancestros; esa es la fortaleza que transmiten las mujeres zapatistas, al movimiento feminista latinoamericano.

“Más vale morir luchando, que morir de hambre” 
Trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Estas son las once demandas sociales que presenta el Movimiento Zapatista; sin la garantía de estos Derechos, por parte del Estado, los zapatistas debieron crear un Estado propio; es así como nacieron las juntas de Buenos Gobiernos y los Caracoles, en donde existe un sistema autogestivo con escuelas, hospitales y huertas, levantadas por las mujeres y sus compañeros, para que poco a poco las once demandas se puedan cumplir apropiadamente. 
Debemos recalcar que esto se logra, se materializa, después de muchos años de luchas de los pueblos originarios mexicanos por recuperar su etnia y que no les quiten sus tierras ancestrales. Dentro de las conquistas femeninas de este movimiento, podemos decir que fueron las mujeres quienes salieron a convencer a las demás etnias para que se unan a la lucha por la liberación indígena. Además, muchas mujeres encabezaron los operativos de guerrillas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Una vez que el EZLN logró obtener definitivamente el control sobre sus tierras ancestrales, comenzaron a formar instituciones para regular la vida en comunidad, crearon escuelas, clínicas, comercios, municipios, espacios de debates como juntas de “Buen Gobierno” en donde las mujeres se juntan a debatir, empoderadas todas, sueñan un lugar mejor en donde la comunidad siga creciendo como lo viene haciendo y que trascienda en el tiempo, sin perder sus costumbres, valores y tradiciones.
Hace unas décadas, las mujeres zapatistas se encargaban (como en toda sociedad patriarcal) de las tareas de hogar y de la crianza de sus hijos, poco a poco se fueron organizando, debatiendo en torno a la milicia de sus parientes, formando parte de la vida de los hombres como sus compañeras y no como “sus mujeres”. Atravesando barreras, las zapatistas ocupan hoy un lugar empoderado de lucha, debate, educación, trabajo y sobre todo libertad sobre su cuerpo y su alma.
“En su justa lucha por la liberación de nuestro pueblo, el EZLN incorpora a las mujeres en la lucha revolucionaria sin importar su raza, credo, color o filiación política, con el único requisito de hacer suyas las demandas del pueblo explotado y su compromiso a cumplir y hacer cumplir las leyes y reglamentos de la revolución. Además, tomando en cuenta la situación de la mujer trabajadora en México, se incorporan sus justas demandas de igualdad y justicia en la siguiente LEY REVOLUCIONARIA DE MUJERES:
Primero.- Las mujeres, sin importar su raza, credo, color o filiación política, tienen derecho a participar en la lucha revolucionaria en el lugar y grado que su voluntad y capacidad determinen.
Segundo.- Las mujeres tienen derecho a trabajar y recibir un salario justo.
Tercero.- Las mujeres tienen derecho a decidir el número de hijos que pueden tener y cuidar.
Cuarto.- Las mujeres tienen derecho a participar en los asuntos de la comunidad y tener cargo si son elegidas libre y democráticamente.
Quinto.- Las mujeres y sus hijos tienen derecho a ATENCIÓN PRIMARIA en su salud y alimentación.
Sexto.- Las mujeres tienen derecho a la educación.
Séptimo.- Las mujeres tienen derecho a elegir su pareja y a no ser obligadas por la fuerza a contraer matrimonio.
Octavo.- Ninguna mujer podrá ser golpeada o maltratada físicamente ni por familiares ni por extraños. Los delitos de intento de violación o violación serán castigados severamente.
Noveno.- Las mujeres podrán ocupar cargos de dirección en la organización y tener grados militares en las fuerzas armadas revolucionarias.
Décimo.- Las mujeres tendrán todos los derechos y obligaciones que señala las leyes y reglamentos revolucionarios.”
En esta Ley que se publica en el año 1993, las mujeres del movimiento zapatista reclamaban sus derechos como personas y ciudadanas de una comunidad “libre y revolucionaria”. Claramente con el paso de los años las nuevas generaciones hicieron que se respeten sus derechos y hoy las mujeres están más empoderadas que nunca.

A modo de conclusión
El movimiento de mujeres zapatistas es un símbolo de lucha para todos los países de América Latina, ya que representa el empoderamiento feminista a través de sus acciones colectivas con la comunidad indígena de méxico.
La importancia de este movimiento se debe a la condición de la mujer, donde no estaban subordinadas por cuestiones de género, sino también de orígenes. Mujer, originaria y pobre, condiciones claves para ser explotada en un sistema capitalista de opresión patriarcal. 
Teniendo en cuenta la reseña anterior, es necesario resaltar la importancia de las elecciones presidenciales de México que se llevarán adelante en el 2018, estas tienen una característica muy particular. María de Jesús Patricio, Marichuy, es una mujer indígena que se postula como “Vocera del Congreso Nacional Indígena” y es la primera mujer de la historia del país que aspira a ser presidenta. 
Entender la importancia de que una mujer indígena luche por un cargo que siempre estuvo ocupado por hombres, que luche por la eliminación del capitalismo, por el empoderamiento de las mujeres y por la liberación total de los pueblos, es clave para comprender la fortaleza del Movimiento Zapatista. Hoy, el EZLN vuelve a la calle, pero esta vez en calidad de apoyo. Las comunidades indígenas moverán el país para reivindicar a su representante. Una nueva esperanza para los hermanos mexicanos, una nueva meta para el zapatismo, una nueva lucha dada por el feminismo. 
Estas mujeres se mostraron firmes ante un país con una altísima tasa de femicidios, ante un pueblo patriarcal y colonizador que quiso verlas sumisas y débiles. A las hermanas Zapatistas les debemos respeto, como integrantes del movimiento feminista ya que ante los ojos del continente son un orgullo.

Bibliografía utilizada:
  • Feminismo y movimientos populares de mujeres en América Latina, por Fuentes, Marta. Nueva sociedad nro.118 marzo- abril 1992.
  • Las mujeres zapatistas, una historia extraordinaria, por Eugenia Gutiérrez González. México DF.- 02/01/2009.
  • Ley Revolucionaria de Mujeres Zapatistas. EL Despertador Mexicano, Órgano Informativo del EZLN, México, No.1, diciembre 1993.
Bibliografía consultada:
  • Las mujeres zapatistas y su lucha por un mundo parejo, por Eraña Angeles. Reflexiones Marginales.

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